Aliado Destacado: Jesse Noble | Lincoln County Public Health

En la costa de Oregon, los paisajes de playas tranquilas y rocosas muchas veces esconden otra realidad: aislamiento, traumas y consumo de drogas. Para Jesse Noble, Coordinadora Regional de Prevención de Sobredosis para el Condado de Linn, Benton y Lincoln, ahí es donde la reducción de riesgos realmente comienza: encontrar a la gente dondequiera que esté, ya sea en un campamento en las laderas de una colina o en una unidad móvil de servicio comunitario. 

“Este es el lugar donde vienen los turistas a relajarse”, dijo Noble, “pero también tenemos comunidades de distintas edades y estilos de vida que buscan apoyo sin juicio, el tipo de apoyo que no han podido encontrar en los servicios tradicionales”. 

Las personas que buscan servicios de reducción de riesgos en el Condado de Lincoln son muy diversas. Algunas son jóvenes y no tienen vivienda. Otras son abuelos y abuelas que viven con adicción a los opioides. “Todos nuestros clientes están en diferentes etapas en cuanto a tomar decisiones más seguras para consumir”, explicó Noble, pero todos buscan lo mismo: sentirse seguros al pedir ayuda. 

Las causas del consumo de drogas son complejas. Las investigaciones demuestran que promover solamente la abstinencia no funciona para muchas personas que usan drogas. La reducción de riesgos reconoce esa complejidad y encuentra a las personas dondequiera donde estén, comentó Noble. 

“No estamos diciendo: ‘Esto es muy perjudicial y tienes que parar’”, ella explicó. “Lo que sí estamos diciendo es: ‘Podemos ayudarte a encontrar maneras más seguras y te acompañaremos en este proceso hasta que te sientas listo para hacerlo por tu cuenta’.” 

En vez de exigir abstinencia, la reducción de riesgos se enfoca en reducir los daños y ayudar a las personas a fortalecer su autonomía. Noble explica que ese es lo que crea confianza y mantiene a la gente conectada. 

“Tenemos clientes que vienen por el intercambio de jeringas y, luego, con el tiempo hacen la transición a fumar o a solo usar cannabis”, explicó Noble. “Esos pasos pequeños son logros enormes. Van reduciendo su riesgo poco a poco. Y es muy gratificante ver cuando alguien empieza a confiar más en sí mismo y a depender menos de las sustancias para sentirse bien. Eso es algo enorme.” 

Esta historia de nuestra cliente es un gran ejemplo. Ella primero tuvo contacto con el equipo de reducción de riesgos del Condado de Lincoln en un campamento remoto en el bosque, donde se acercó por artículos personales y comida para su perro. Con el tiempo, empezó a usar suministros de uso seguro y pruebas para analizar sus drogas. El gran cambio vino cuando el equipo la ayudó a que su perro reciba la certificación como animal de apoyo emocional.  

“Ella tenía miedo de perder a su mascota al entrar a tratamiento”, explicó Noble. “Cuando uno atraviesa un cambio tan grande en la vida, uno quiere tener consigo a su animalito. Cuando logramos certificar a su perro, finalmente ganamos su confianza y eliminamos una gran barrera para su cuidado”. Esa confianza dio frutos y hoy ella está en tratamiento, acompañada por el mismo equipo que la conoció en aquel campamento remoto. 

Esa confianza dio frutos y hoy ella está en tratamiento, acompañada por el mismo equipo que la conoció en aquel campamento remoto. 

La reducción de riesgos no significa justificar ni fomentar el consumo de drogas —se trata de mantener a las personas vivas, seguras y conectadas hasta que estén listas para el siguiente paso. En el Condado de Lincoln, eso significa salir a las calles, encontrar a la gente dondequiera que esté y caminar con ellas, paso a paso, hasta que puedan hacerlo por su propia cuenta. 

“Nuestro papel es apoyar la prevención en cualquier etapa que se encuentren”, explicó Noble. “ Aún si la persona todavía está usando drogas, igual estamos participando en un acto de prevención”. 

Artículos Relacionados